jueves, 21 de mayo de 2015

El modernismo valenciano vive en El Cabanyal


El modernismo valenciano vive en El Cabanyal

 
La editorial L'Oronella presenta este jueves en Valencia Houses from El Cabanyal [casas de El Cabanyal] la segunda edición de un libro que pone en valor el patrimonio modernista de las viviendas de azulejos del barrio valenciano.
El libro, compuesto por 400 fotografías de más de 250 casas, hace balance de la evolución del barrio desde la primera edición, que salió a la venta en 2007, y de la que se agotaron todos los ejemplares. Hasta 28 casas de azulejos se han perdido y otras 43 están bajo amenaza de demolición según el plan urbanístico que el Ayuntamiento de Valencia prevé para la zona.
Además de las imágenes del fotógrafo Germán Caballero, Houses from El Cabanyal incluye textos de seis autores valencianos multidisciplinares que reflexionan sobre este barrio marinero. El periodista Sergi Tarín o el arquitecto Vicente Gallart, entre otros, participan en esta segunda edición, que se presentará a las 19.30 en l'Ateneu Marítim (Calle la Reina 68, El Cabanyal-Canyamelar).
 
 

El Cabanyal y el modernismo arquitectónico

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Hablar de la arquitectura del Cabanyal es hablar de una explosión de color. Azulejería colorista, motivos florales, adornos, exquisitas balaustradas, rejas, preciosas puertas de madera de mobila (pino canadiense) singularmente labradas, verjas de enorme belleza, miradores, etc. son algunos elementos que caracterizan las casas modernistas de este barrio, herencia del eclecticismo arquitectónico que define las construcciones de la ciudad de Valencia desde la última década del siglo XIX.

Sin embargo, el Cabanyal combina el cenit y la decadencia del modernismo popular. A partir de la Exposición Regional de 1909, las formas modernistas se irán debilitando hasta disolverse, perviviendo sobre todo en la arquitectura privada. En este momento, cuando el modernismo agoniza como fenómeno urbano, se expande en muchas construcciones de los barrios y poblaciones cercanas a la capital, especialmente en zonas costeras y en los poblados marítimos de Valencia. En el Cabanyal se hace patente en las viviendas, y el influjo pesquero será determinante en esa reelaboración del modernismo desde una perspectiva verdaderamente popular.

Una interpretación artesanal inspirada en los recursos tradicionales, pero al mismo tiempo imaginativa y característica. Despojado de su origen culto, el modernismo del Cabanyal es vivo, colorista, sencillo, como demuestran las fachadas de muchas casas humildes, convertidas con el paso del tiempo, en importantes piezas del patrimonio valenciano. A diferencia de las lujosas viviendas y palacetes de la capital, decorados en interiores y exteriores con abundancia de elementos ornamentales, grandilocuentes, las casas del Cabanyal muestran un lujo humilde, un modernismo que da sus últimos coletazos.

Pero más allá de la arquitectura, la idiosincrasia del barrio reside en la particular trama reticulada de sus calles, herencia de las antiguas viviendas de los pescadores: las barracas, y que hacen de este barrio un entramado de calles y plazas, una forma de urbanismo singular propiciada por su cercanía al mar.

Pocos barrios existen en el mundo como el Cabañal, un núcleo urbano de modernismo popular que nació humildemente de sus vecinos y cuya belleza ha pasado desapercibida e ignorada durante generaciones. Hoy es frecuente ver azulejos de primeros de siglo rotos sobre el suelo sin que ningún organismo oficial muestre el menor interés por ellos, lo que demuestra que la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de la que goza el Cabañal no es suficiente para su conservación.

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